
Eso no siempre agrada, y si bien a veces los chicos intentan controlarlo: se va rapidísimo
La humanidad no solamente no tiene control de sus pasiones sino que les teme, lejos de quererlas ignora la pasión Inmaculada. No sólo no tienen control sino además es educada para no tenerlo. En su afán de progreso avanza en sus pasiones recesivas.