
Regla numero dos: actúa siempre y en todo momento
Te ha metido la lengua hasta la garganta y has apreciado que estaba muy caliente. Oye pues, estúpido serás si te quedas ahí parado. Lo que has comenzado debes terminarlo. De este modo fácil y llanamente le dices que venga a tu casa a seguir oyendo música, o de manera directa que te agradaría dormir con ella.